Técnicas Cognitivas
Los métodos de exploración cognitiva son las formas más efectivas para reducir el estrés. Incluyen identificar las fuentes de estrés, reestructurar las prioridades, cambiar las respuestas del individuo frente al estrés y encontrar métodos para manejar y reducir el estrés. Identificando las fuentes de estrés.
Es útil comenzar el proceso de reducción de estrés con un inventario informal de nuestras actividades cotidianas.
El primer paso es mantener un diario de aquellas actividades que nos generan un mayor gasto de energía y tiempo, de las que desencadenan ansiedad o rabia, o precipitan una respuesta física negativa (por ejemplo dolor de estómago o de cabeza).
También se debe anotar las experiencias positivas, aquellas que provocan una sensación de logro o bienestar.
A pesar de que esta fase pueda resultar estresante en sí misma, constituye un paso ineludible. Luego de un corto período, debes tratar de identificar dos o tres eventos o actividades que te desestabilizan en forma significativa.
Las prioridades y las metas deben ser cuidadosamente definidas.
Se debe preguntar si estas actividades constituyen metas propias o ajenas, si son actividades que pueden ser cumplidas en forma razonable y, finalmente, quién mantiene el control sobre esas actividades.
Reestructurando Prioridades.
El paso siguiente es tratar de compensar el peso de las actividades productoras de estrés con otras que lo alivian.
Agregar actividades placenteras es más positivo que reducir las desagradables únicamente.
Esto es importante porque hay muchas actividades que simplemente no pueden ser dejadas de lado u olvidadas. Cuando no resulta práctico eliminar el estrés, puede haber formas de reducir su impacto. Si el problema se relaciona con el trabajo y no hay posibilidad de cambiarlo, se debe considerar todas las alternativas placenteras que sean posibles: la más simple es emplear el tiempo libre en actividades placenteras y no solamente en no hacer nada.
Si el problema está en el hogar, planear actividades fuera de ella, aunque sea por cortos períodos de tiempo.
Reemplazar actividades que demanden mucho tiempo y que no son realmente necesarias con otras más placenteras o interesantes.
Muchas personas piensan que es egoísta planear actividades que los demás vean como que sólo lo benefician a él.
La verdad es que el sacrificio personal puede ser inapropiado y hasta dañino si la persona que lo realiza está infeliz o con bronca. En muchos casos, pequeñas decisiones cotidianas se pueden acumular y funcionar para reconstruir una existencia estresada, transformándola en una experiencia placentera y productiva.
Ajustando las Respuestas al Estrés.
Muchas personas creen que ciertas respuestas emocionales al estrés son características innatas de la personalidad.
Sin embargo, las personas pueden aprender a cambiar sus reacciones emocionales a los sucesos estresantes de la vida. La terapia cognitiva enseña nuevas formas de responder al estrés, y puede ser el método más efectivo de reducir en forma permanente sus efectos.
Discutir los Sentimientos.
El concepto de comunicación y "mostrar tus sentimientos" ha sido tan promocionado y parodiado que prácticamente ha perdido su valor como consejo de apoyo psicológico.
Sin embargo, los sentimientos de ira o frustración que no sean expresados de una forma aceptable pueden llevar a:
- Hostilidad
- Desaliento
- Depresión
Mostrar los sentimientos no significa ventilar frustraciones o aburrir a los amigos con detalles íntimos o auto-compadecerse.
Muchas veces simplemente hablar es el mejor enfoque para muchas personas. El objetivo principal es determinar y poder explicar las necesidades de la manera más positiva posible.
La comunicación directa con otra persona puede no ser necesaria; a veces escribir una carta que nunca se envía puede ser suficiente.
Pero expresar los propios sentimientos no es suficiente:
- Aprender a escuchar
- Ponerse en el lugar de la otra persona
- Mostrar comprensión en el trato con los demás
Son también importantes para mantener lazos fuertes que contribuyan a la satisfacción emocional y la reducción de estrés.
Mantener la Perspectiva y Mirar el lado Positivo de las Cosas.
Revertir las ideas negativas y aprender a enfocar el lado positivo ayuda a reducir tensiones y alcanzar las metas. Por ejemplo,si una persona está ansiosa porque tiene que hablar en público o dar un examen, primero debe identificar qué es lo peor que le pueda pasar y las posibilidades de que ello ocurra. Luego debe tratar de visualizar un resultado favorable. Luego viene desarrollar un plan para alcanzar el resultado favorable.
Es útil recordar situaciones previas que inicialmente parecían negativas y terminar de la mejor manera.
Usar el humor.
Mantener el sentido del humor en situaciones difíciles es una recomendación habitual de los expertos que manejan estrés. La risa alivia las tensiones y ayuda a mantener la perspectiva de la situación.
Se ha demostrado que el humor es un mecanismo muy efectivo para sobrellevar el estrés agudo.
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